VOTOS SANGRIENTOS: Capitulo 1: Secreto de sangre.
Todo
comenzó una noche de verano, yo estaba haciendo mi trabajo como todas las
noches, no me sentía tan orgulloso de este trabajo pero tenía que hacerlo para
poder sobrevivir en este cruel mundo; tal vez ya se imaginan cual era mi gran
trabajo, si, era ladrón de casas.
Esa
noche robaba la casa de un muy conocido juez, dicho hombre me había sentenciado
a 2 años de cárcel cuando cumplí 18 años, ahora tengo 24.
Todo
lo que encontré en la casa fueron cosas sin ningún valor, para ser un hombre
muy bien pagado, su casa y pertenencias eran como de una persona promedio;
nunca acostumbraba a revisar los sótanos, ya que en ellos normalmente solo había
cosas inservibles, pero como hasta el momento no había encontrado nada de
valor, decidí bajar a echar un vistazo, tal vez y abajo tenía su caja fuerte
con sus tesoros dentro. Unas escaleras llevaban hasta abajo, estaba muy oscuro
y no encontraba ningún interruptor que prendiera alguna luz, así que baje con
mucho cuidado. Al llegar al ultimo escalón mi cabeza golpeo un foco que colgaba
del techo, le di una vuelta y se ilumino toda la habitación.
Lo
que vi me dejo paralizado unos instantes, en ese sótano el juez no guardaba sus
tesoros pero si sus grandes y enfermos secretos, había 2 cuerpos de mujeres
descuartizados, supe que eran de mujeres por la cabellera de las cabezas y por
su tronco desnudo y ensangrentado. Inmediatamente pensé en salir corriendo y
contarle a alguien sobre esto para que llamaran a la policía, ya que si lo hacía
yo, también saldría perdiendo por estar dentro de aquella casa. Cuando subí 2
escalones alcance a escuchar un tipo de quejido, me quede quieto y el quejido
se volvió a escuchar, regrese inmediatamente y debajo de las escaleras estaba
una mujer encadenada, no podía distinguirla bien ya que la luz no llegaba a
ella. Me acerque a ella y por fortuna de ambos unas llaves estaban colgadas en
la pared, libere rápidamente a la chica de esas cadenas y la cargue hasta la
luz, ella estaba desnuda y muy golpeada, corrí rápidamente al piso de arriba a
buscar una manta para que se cubriera y poder sacarla de ahí, al regresar, ella
estaba parada y yo la veía de espaldas, me acerque lentamente y la cubrí con la
manta que había encontrado, al ponérsela encima la chica volteo hacia mí, y
todo cambio en ese momento.
A
pesar de lo golpeada que estaba pude notar lo hermosa que era, quede hechizado
con sus verdes y grandes ojos. Cuando volví a la realidad supe que teníamos que
salir rápido de esa casa;
-Tenemos
que irnos inmediatamente de aquí.
-No,
yo no me puedo ir, aun no.
-¿Que
dices? Vamos te tengo que llevar a un hospital, anda.
-Me
llevaras a un hospital después, pero antes tienes que ayudarme en algo muy importante.
-¿Qué
necesitas?
-¡Me
ayudaras a matar a ese bastardo!
Creí
que se esta chica estaba loca, pero al voltear la mirada y ver los cuerpos de
las otras 2 chicas, supe que ese maldito tenía que morir.
-Está
bien… Pero, ¿cómo lo haremos?
-Cuando
llegue vendrá aquí abajo, la luz estará apagada y cuando la prenda tu lo
golpearas con todas tus fuerzas en la cabeza con ese tubo para dejarlo inconsciente,
después te ayudare a colgarlo con la cabeza abajo, como el cerdo que es.
-Pero,
con eso no morirá.
-No
te preocupes de lo demás me encargo yo.
Escuchamos
que la puerta de la casa se abría, corrí a tomar el tubo que estaba al final de
la escalera y apague la luz. Después de unos 5 minutos escuche que alguien se dirigía
para abajo, me prepare para dar el golpe. La luz se encendió y golpee con todas
mis fuerzas, el hombre cayó al suelo inmediatamente, lo cargue para colgarlo
como habíamos planeado, usamos las cadenas que le quite a la chica. Una vez de cabeza
el hombre la muchacha hizo su trabajo.
-¡Despierta!-mientras
lo golpeaba en la cara- ¡Despierta! ¡Quiero que veas quien te quita la vida
maldito!
-Qu…
¡Que diablos haces perra!
-Esa
no es manera de hablarle a una mujer, y menos a quien te asesinara. Pero en
fin, tu hablaste mucho antes de matarlas a ellas 2, yo no hare lo mismo, iré
directo al grano- Camino al fondo de la habitación y regreso con un serrucho en
la mano.
-JAJAJA!
¿Matarme? No tienes las agallas.
-¿No?
Veamos si amiguito piensa lo mismo- Dijo sacudiendo aquella afilada arma.
Lo
que vi a continuación me hizo vomitar. La chica tomó del cabello a aquel hombre
y comenzó a cortar poco a poco su cuello, lo hacía tan lentamente que hasta yo podía
sentir un poco de dolor, yo solo observe y escuche los fuertes gritos de dolor
de aquel juez, pero bueno, lo tenía bien merecido.
Después
de unos 10 minutos de tortura por fin la chica dejo caer el serrucho y soltó un
gran grito de furia, se acerco a mí, me abrazó y me dijo al oído;
-A partir
de hoy, este será nuestro secreto.
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